En la fecha se rinde tributo al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, pionero en la materia, fallecido en 1960. Se conmemora formalmente en Argentina desde 1963, asumiendo el derecho a utilizarlo pero sobre todo la responsabilidad de preservarlo.

El suelo es la capa superior de la superficie terrestre y funciona como soporte de la mayor parte de las actividades que acontecen en la biosfera. Pero fundamentalmente es sustento de vida, desarrollo y producción.

Entre sus funciones, se cuenta la intervención en los grandes flujos de energía y el intercambio de gases con la atmósfera. Además, es la base de la vegetación, el hábitat de gran parte de la fauna y tiene la capacidad trascendental de regular el ciclo del agua y los nutrientes.

Por estas razones, su conservación es condición esencial para el cuidado de nuestra tierra como legado inexcusable para las generaciones futuras.

Así lo comprendió el entonces presidente de la nación, Dr. Arturo Illia, cuando adhirió en forma oficial al homenaje al hombre que es recordado en todo el mundo como el ‘padre de la conservación del suelo’.

“El suelo agrícola configura el soporte más sólido de la economía argentina así como de su expansión futura (…) la conservación de nuestro recurso natural básico es imprescindible para garantizar el bienestar de todos los habitantes (…)”, señala el decreto 1574 por el que se instituyó la celebración.

Vale destacar que Hugh Hammond Bennett dedicó sus esfuerzos a lograr un aumento de la producción de la tierra a través de su mayor protección y, a la vez, realizó un esforzado trabajo para concientizar sobre los beneficios de su adecuado manejo y resguardo.

En 1957 realizó una gira por el país acompañado por técnicos argentinos, la cual incluyó gran parte de las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Tucumán y Misiones. Allí elogió el excelente manejo de los campos de algunas regiones e impulsó prácticas conservacionistas que permanecieron con el correr de los años.

El suelo es la base necesaria para la vida en los ecosistemas terrestres y acuáticos y constituye uno de los reservorios de biodiversidad más importantes del planeta.